vive low carb

¿Qué comían realmente nuestros ancestros? - Parte 1

Alguna vez os habéis preguntado que ¿comían realmente nuestros ancestros? Yo me lo he preguntado muchas veces, pero la verdad es que no está nada claro. Unos estudios dicen que mucha carne, otros dicen que muchas verduras y que prácticamente éramos vegetarianos, otros dicen que da igual lo que comieran porque morían jóvenes.

Mis años trabajando en investigación me enseñaron que lo que hay en la literatura científica y la realidad son cosas distintas. El artículo científico al final está escrito por un ser humano que puede tener unas ideas preconcebidas de algo y que por mucho que los datos digan una cosa, todo se puede malinterpretar o retorcer. Luego vienen los periodistas que solo se leen las conclusiones de los artículos científicos, lo que hace que muchas veces retuerzan aún más los hallazgos científicos. Y por último viene la gente normal que lee lo que los periodistas escriben y muchas veces entienden lo que quieren entender.

Además de mis años de investigadora, he probado varios tipos de dietas como la vegana, vegetariana, cetogénica y carnívora que me han enseñado que lo que dicen las investigaciones y como uno reacciona a un tipo de alimentación a veces no tiene nada que ver.

Esta entrada la dividiré en dos partes, en la primera parte veremos lo que comían durante el paleolítico y la segunda parte durante el neolítico hasta principios de la era común. Para escribir esta entrada busqué artículos sobre la alimentación de los homos hace miles de años atrás. Como era de esperar me encontré con información contradictoria, así que se me ocurrió hacer un resumen dándoos una versión predigerida y de paso dar mi opinión al respecto.

La evolución de los homos

No soy una experta en estos temas, así que perdonadme si meto la pata, pero intentaré explicar a grandes rasgos la evolución humana. Los monos y nosotros tenemos un antepasado en común. En algún momento de la evolución, algunos primates se quedaron atrás convirtiéndose en lo que hoy en día son los chimpancés, orangutanes y otras razas de primates. Otros primates evolucionaron dando paso a una serie de homos. Los únicos homos que sobrevivieron fuimos nosotros los homos sapiens sapiens (aunque tenemos aproximadamente un 20% de neandertal).

Durante la evolución desde primates a humanos, nuestros cuerpos se diferenciaron en unas cuantas cosas de los monos:

  • Aprendimos a andar erguidos.
  • La mandíbula se hizo más pequeña
  • El cerebro se hizo más grande
  • Los intestinos se hicieron más pequeños
  • El metabolismo cambió haciéndolo más ineficiente a la hora de comer plantas.

craneo de un gorila, un chimpancé y un humano

Como podéis ver en la imagen los monos tienen unas mandíbulas más grandes que las nuestras y la parte donde se aloja el cerebro es mucho más grande en los humanos. Hay dos teorías para los cambios ocurridos en el cráneo, una dice que los cambios se deben al consumo de carne y otra que se deben al consumo de frutas y verduras más nutritivas.

En mi opinión es más fuerte la teoría del consumo de carne, la cual se basa en lo siguiente (1):

  • Las mandíbulas grandes de los monos son necesarias para romper las hojas y las ramas con mayor facilidad ya que son más fuertes. El consumo de carne hizo que dejáramos de necesitar tanta fuerza para moler nuestra comida.
  • Nuestros cerebros se hicieron más grandes porque nos hicimos más inteligentes (aprendimos a utilizar el fuego, etc.), un cerebro más grande necesita mejores nutrientes. En términos de nutrientes, la carne es mejor que las plantas.
  • Los animales herbívoros necesitan un sistema digestivo potente para poder sacar el mayor provecho posible de las plantas. Los humanos en comparación a los monos tenemos unos intestinos más pequeños.
  • Un correcto desarrollo cerebral necesita de ácido docosahexaenoico (un omega 3) y ácido araquidónico (un omega 6), dos ácidos grasos esenciales que se encuentran en grandes cantidades en la medula ósea (hay pruebas de herramientas utilizadas para remover la medula ósea de los huesos de hace 2.5 millones de años atrás (2)) y en los cerebros de los animales rumiantes.

La teoría de un mayor consumo de frutas y verduras nutritivas se base en lo siguiente (1):

  • Los humanos somos primates y el resto de los primates son herbívoros.
  • Las mandíbulas se hicieron más pequeñas porque las plantas que comíamos eran más nutritivas que las que comían el resto de los monos.
  • Cosechar frutas requiere de inteligencia, de ahí que nuestros cerebros se hicieran más grandes.

Las pruebas para la teoría de frutas y verduras son flojas y más aún cuando el primero punto es mentira. Los chimpancés pueden llegar a comer aproximadamente 65 g de carne durante la época seca donde las plantas escasean (3).

En cuanto al metabolismo aquí tenéis algunas de las razones por las cuales lo humanos no somos herbívoros:

  • Los humanos necesitamos para el correcto funcionamiento celular ácidos grasos de 20 y 22 carbonos. Al igual que otros animales carnívoros, los humanos somos ineficientes a la hora de transformar ácidos grasos de origen vegetal de 18 carbonos a los de 20 y 22 carbonos.
  • Los humanos podemos producir taurina (un aminoácido no esencial) pero no somos muy buenos haciéndolo y se recomienda comer carne para tener unos niveles óptimos. Los vegetarianos y veganos tienden a tener niveles bajos de taurina (4). Ya hemos hablado suficiente de teorías y de cambios físicos y metabólicos a través de nuestra evolución. Ahora vamos a ver las evidencias que hay de lo que comíamos.

Evidencias de lo que comíamos

Hay varios tipos de evidencias: restos de comida, cacas y análisis isotópicos de δ13C y δ15N.

Restos de comida

Los restos más fáciles de encontrar son los de huesos de animales, porque se preservan mejor. La prueba más antigua de esto son unos huesos encontrados en Etiopia de hace aproximadamente 2,6 millones de años atrás (5). Otros huesos y herramientas muy bien preservados de hace 500 mil años encontrados al sur de Inglaterra mostraban cortes de las herramientas utilizadas para desprender la carne de los huesos.

Por cierto, dentro del menú carnívoro estaban los propios homos (6, 7). Hay unas cuantas evidencias que soportan el canibalismo, aunque en algunos casos se cree que era por temas religiosos.

En cuanto a las plantas que comíamos, hay menos evidencias porque la materia orgánica se deteriora fácilmente. Aquí tenéis una lista de alimentos de origen vegetal que se comían:

  • Diferentes tipos de granos hace al menos 30 mil años atrás (8, 9)
  • Hierbas silvestres hace 23 mil años atrás (9)
  • Dátiles hace más de 40 mil años atrás (10)
  • Legumbres hace más de 40 mil años atrás (10)
  • Semillas hace más de 40 mil años atrás (10, 11)
  • Frutos secos hace 780 mil años (11)
  • Fruta hace 780 mil años (11)
  • Verduras variadas hace 780 mil años (11)

Cacas

Además de los restos de comida también se pueden analizar cacas fosilizadas. En Alicante, España se encontraron restos de caca neandertal de entre 60700 a 54400 años de antigüedad (12). Estas cacas nos dicen que los neandertales de esa época comían tanto carne como plantas.

Análisis isotópicos

Personalmente creo que estas son las evidencias más fiables ya que el análisis de isotopos es inequívoco. Hasta donde se los análisis más fiables son los que se hacen a partir del análisis de colágeno en huesos. Así que dejaré fuera los que se cojan de otras fuentes como la bioapatita.

Los isótopos que se analizan son el carbono 13 y el nitrógeno 15. El carbono nos da una idea del origen de la fuente de proteínas, que tipos de plantas consumían los animales de los que se alimentaban, que tipos de plantas consumían ellos y si comían o no productos del mar. El nitrógeno 15 nos indica cuan carnívoro es un animal en sus últimos 10 años de vida, cuanto más alto es el nivel de nitrógeno 15, más alto está ese animal en la cadena trófica. Lo que se mide al medir el nitrógeno 15 es el nitrógeno presente en las proteínas de un alimento, cuando un herbívoro se come una planta acumula el nitrógeno de esa planta en sí mismo y cuando carnívoro u omnívoro se come al herbívoro acumula más nitrógeno aun en sí mismo.

Hay unos cuantos análisis de isotopos que sitúan a los neandertales como carnívoros, de hecho, a veces altamente carnívoros (13, 14). Esto puede significar dos cosas o que comían mucha carne o que incluso comían a otros carnívoros. En algunos casos dependiendo de la zona, estos neandertales podían llegar a consumir un 50% de sus proteínas a partir de pescado y mariscos (14). Estos hallazgos son de hace unos 180000 a 40000 años atrás.

En una reseña de los hábitos alimenticios de los neandertales donde se revisaba toda la literatura sobre el tema hasta la fecha del artículo (15), se concluyó que los neandertales eran altamente carnívoros. En la siguiente imagen podéis ver un gráfico donde en el eje de las y está el nitrógeno 15 y en el eje de las x el carbono 13. Como podéis ver en comparación a otros animales los neandertales se parecen más a animales carnívoros como hienas o lobos y no a especies herbívoras como los renos.

los neandertales eran cárnivoros

También existen análisis isotópicos en humanos. En otra reseña donde se resume la literatura hasta la fecha del artículo, también se concluye que los humanos de hace 30000 a 10000 años atrás eran bastante carnívoros (16).

Esto no quiere decir que todos éramos carnívoros porque tanto los estudios en neandertales como en humanos están hechos con fósiles encontrados en Europa (excepto uno que es de China (15)). Lamentablemente no hay análisis isotópicos en colágeno en otras zonas del mundo más tropicales donde seguro se comían más plantas y almidones (o al menos yo no pude encontrarlos). Tampoco hay análisis isotópicos en homos más antiguos como los australopitecos (encontré uno, pero era en bioapatita y esos no son de fiar).

Otra razón para que parezca que éramos super carnívoros es que como bien sabréis algunos, los alimentos de origen vegetal tienen menos proteínas que la carne. Por mucho que nuestros antepasados comieran verduras, no se vería que las comían con un análisis isotópico de nitrógeno 15 porque como también comían mucha carne, sus niveles de nitrógeno 15 serían altos comieran o no productos de origen vegetal.

¿Crudo o cocido?

Una vez que aprendieron a hacer fuego, si lograban hacerlo seguramente cocinaban su comida. Hay evidencias de hace 300000 años atrás que nos dicen que si la cocinaban (17). El artículo “The Raw and the Stolen: Cooking and the Ecology of Human Origins” (Lo crudo y lo robado: la cocina y la ecología de los orígenes humanos) (18) habla bastante sobre el papel que jugó la habilidad de cocinar los alimentos en nuestra evolución. He de decir eso sí, que los autores son más de la teoría de que las plantas jugaron un papel más importante.

Eran intolerantes a la lactosa

A pesar de que comían carne, lo más probable es que no tomaran leche. Un estudio genético en restos de escandinavos del neolítico demostró que un 95% de los individuos prehistóricos eran intolerantes a la lactosa (19). Supongo que la mutación genética (que es dominante, por cierto) de tolerancia a la lactosa se masifico más cuando los humanos se volvieron sedentarios y empezaron a tener animales domesticados. En la actualidad solo un 25% de los suecos son intolerantes a la lactosa, así que ha cambiado muchísimo la tasa de intolerancia en 6000 años.

Nunca sabremos que comían exactamente

Es importante dejar en claro que nunca sabremos con total seguridad que era lo que comían durante todo el año por varias razones:

  • Aunque se puede saber la antigüedad de los cuerpos, no sabemos si era invierno o verano cuando murieron, las dietas cambian dependiendo de la temporada.
  • Los alimentos disponibles también dependen de la zona del hallazgo. Lo que comía la gente cerca de los trópicos no es lo mismo que comían los que vivían cerca de los polos.
  • Los animales y plantas de esa época no son iguales a los actuales. La carne tenía menos grasa y las frutas y verduras eran más duras y menos dulces.
  • Saber si comían carne es fácil por los restos de huesos, saber si comían verduras es más complicado porque las verduras se desintegran y no quedan restos de ellas.

Todo esto lo comento porque de vez en cuando salen noticias en la prensa con títulos rimbombante que llevan a la gente a creer cosas erróneas.

Los periodistas tergiversan los hallazgos científicos

Hace unos tres años atrás salió un estudio sobre la dieta que llevaban los neandertales en el paleolítico en una zona de Israel (12). La conclusión del artículo era que era errónea la idea de que en el paleolítico solo se comiera carne porque habían encontrado un montón de plantas, semillas y frutos secos en una excavación. Con esta conclusión algunas revistas sacaron titulares como “Restos de comida antiguos muestran que la verdadera dieta paleolítica era un festín vegetariano” (podéis leer el artículo aquí: Ancient leftovers show the real Paleo diet was a veggie feast)

¿Os parece normal decir que nuestros ancestros eran prácticamente vegetarianos basándose en unos cadáveres encontrados en una zona específica del mundo? Eso sería como que un extraterrestre capturara a un humano que por casualidad es vegetariano, lo estudiara y dijera que todos los humanos en la actualidad son vegetarianos. A esto me refería con que la información que le llega a la gente no es fiable.

Si miramos las conclusiones extendidas del estudio original dicen lo siguiente:

“Los restos de comida vegetal eran parte de una dieta mucho más diversa que probablemente incluía otras plantas, pescado, anfibios, reptiles, aves, mamíferos, como ciervos, elefantes y varios invertebrados acuáticos y terrestres.”

Pero para la persona que escribió el artículo en la revista New Scientist el artículo científico decía que la dieta paleolítica era un festín vegetariano. Como moraleja de esta entrada quedaros con que lo que leéis en la prensa no es de fiar.

Creo que la conclusión más lógica de esta entrada es que nuestros antepasados tenían en mente lo mismo que nosotros: comer y aparearse. Teniendo esto en mente y sabiendo que en esa época no habían millenials con dilemas éticos lo que hacían nuestros antepasados era comer lo que encontraban donde vivían. Si el clima era frío seguro comían más carne y si el clima era más cálido y encontraban más verduras, frutas o tubérculos también se los comían. Las herramientas y la habilidad de cocinar hicieron posible que nosotros existamos hoy en día.

¡Eso es todo por esta entrada, espero que os haya parecido interesante y no os perdáis la siguiente parte con lo que comían nuestros ancestros durante el neolítico hasta principios de la era común!

  1. Richards, M. (2002). A brief review of the archaeological evidence for Palaeolithic and Neolithic subsistence. European Journal of Clinical Nutrition, 56(12), 1270–1278. doi: 10.1038/sj.ejcn.1601646
  2. Heinzelin, J. d. (1999). Environment and Behavior of 2.5-Million-Year-Old Bouri Hominids. Science, 284(5414), 625–629. doi: 10.1126/science.284.5414.625
  3. Stanford, C. B. (1996). The Hunting Ecology of Wild Chimpanzees: Implications for the Evolutionary Ecology of Pliocene Hominids. American Anthropologist, 98(1), 96–113. doi: 10.1525/aa.1996.98.1.02a00090
  4. Laidlaw, S. A., Shultz, T. D., Cecchino, J. T., & Kopple, J. D. (1988). Plasma and urine taurine levels in vegans. The American Journal of Clinical Nutrition, 47(4), 660–663. doi: 10.1093/ajcn/47.4.660
  5. Semaw, S., Rogers, M. J., Quade, J., Renne, P. R., Butler, R. F., Dominguez-Rodrigo, M., … Simpson, S. W. (2003). 2.6-Million-year-old stone tools and associated bones from OGS-6 and OGS-7, Gona, Afar, Ethiopia. Journal of Human Evolution, 45(2), 169–177. doi: 10.1016/s0047-2484(03)00093-9
  6. Rougier, H., Crevecoeur, I., Beauval, C., Posth, C., Flas, D., Wißing, C., … Krause, J. (2016). Neandertal cannibalism and Neandertal bones used as tools in Northern Europe. Scientific Reports, 6(1). doi: 10.1038/srep29005
  7. Fernández-Jalvo, Y., Carlos Díez, J., Cáceres, I., & Rosell, J. (1999). Human cannibalism in the Early Pleistocene of Europe (Gran Dolina, Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain). Journal of Human Evolution, 37(3-4), 591–622. doi: 10.1006/jhev.1999.0324
  8. Revedin, A., Aranguren, B., Becattini, R., Longo, L., Marconi, E., Lippi, M. M., … Svoboda, J. (2010). Thirty thousand-year-old evidence of plant food processing. Proceedings of the National Academy of Sciences, 107(44), 18815–18819. doi: 10.1073/pnas.1006993107
  9. Weiss, E., Wetterstrom, W., Nadel, D., & Bar-Yosef, O. (2004). The broad spectrum revisited: Evidence from plant remains. Proceedings of the National Academy of Sciences, 101(26), 9551–9555. doi: 10.1073/pnas.0402362101
  10. Henry, A. G., Brooks, A. S., & Piperno, D. R. (2010). Microfossils in calculus demonstrate consumption of plants and cooked foods in Neanderthal diets (Shanidar III, Iraq; Spy I and II, Belgium). Proceedings of the National Academy of Sciences, 108(2), 486–491. doi: 10.1073/pnas.1016868108
  11. Melamed, Y., Kislev, M. E., Geffen, E., Lev-Yadun, S., & Goren-Inbar, N. (2016). The plant component of an Acheulian diet at Gesher Benot Ya‘aqov, Israel. Proceedings of the National Academy of Sciences, 113(51), 14674–14679. doi: 10.1073/pnas.1607872113
  12. Sistiaga, A., Mallol, C., Galván, B., & Summons, R. E. (2014). The Neanderthal Meal: A New Perspective Using Faecal Biomarkers. PLoS ONE, 9(6), e101045. doi: 10.1371/journal.pone.0101045
  13. Jaouen, K., Richards, M. P., Le Cabec, A., Welker, F., Rendu, W., Hublin, J.-J., … Talamo, S. (2019). Exceptionally high δ15N values in collagen single amino acids confirm Neandertals as high-trophic level carnivores. Proceedings of the National Academy of Sciences, 201814087. doi: 10.1073/pnas.1814087116
  14. Hu, Y., Shang, H., Tong, H., Nehlich, O., Liu, W., Zhao, C., … Richards, M. P. (2009). Stable isotope dietary analysis of the Tianyuan 1 early modern human. Proceedings of the National Academy of Sciences, 106(27), 10971–10974. doi: 10.1073/pnas.0904826106
  15. Bocherens, H. (2009). Neanderthal Dietary Habits: Review of the Isotopic Evidence. Vertebrate Paleobiology and Paleoanthropology, 241–250. doi: 10.1007/978-1-4020-9699-0_19
  16. Richards, M. P. (2009). Stable Isotope Evidence for European Upper Paleolithic Human Diets. Vertebrate Paleobiology and Paleoanthropology, 251–257. doi: 10.1007/978-1-4020-9699-0_20
  17. Shahack-Gross, R., Berna, F., Karkanas, P., Lemorini, C., Gopher, A., & Barkai, R. (2014). Evidence for the repeated use of a central hearth at Middle Pleistocene (300 ky ago) Qesem Cave, Israel. Journal of Archaeological Science, 44, 12–21. doi: 10.1016/j.jas.2013.11.015
  18. Wrangham, R. W., Jones, J. H., Laden, G., Pilbeam, D., & Conklin‐Brittain, N. (1999). The Raw and the Stolen. Current Anthropology, 40(5), 567–594. doi: 10.1086/300083
  19. Malmström, H., Linderholm, A., Lidén, K., Storå, J., Molnar, P., Holmlund, G., … Götherström, A. (2010). High frequency of lactose intolerance in a prehistoric hunter-gatherer population in northern Europe. BMC Evolutionary Biology, 10(1), 89. doi: 10.1186/1471-2148-10-89

×