Lectinas, una posible causa de diversos problemas digestivos
Hace unos meses atrás una suscriptora de YouTube me pidió que hiciera un vídeo sobre porque le quitaba las semillas al tomate antes de comérmelo. Así que en esta entrada os explicaré él porqué. Este es un blog de nutrición, pero hoy nos vamos a ir por un momento a la botánica.
Las plantas y sus mecanismos de defensa
Las plantas son organismos vivos y al igual que el resto no quieren morir. A diferencia de los animales, las plantas no poseen un sistema inmunológico para defenderse de virus o bacterias y tampoco pueden moverse para escapar de los depredadores.
Para poder defenderse de los peligros que las asechan tienen dos tipos de mecanismos de defensa, los pasivos y los activos (1). Un ejemplo de defensa pasiva es cuando una planta sufre una infección y en respuesta genera una necrosis o muerte del tejido alrededor de la zona infectada para que ésta no se siga propagando. Un ejemplo de mecanismo activo es la producción de proteínas toxicas que hacen enfermar a quienes las coman.
Una de estas moléculas toxicas son las lectinas, que tienen una gran afinidad por los carbohidratos, son capaces de detectarlos y de adherirse a ellos. En el cuerpo humano por suerte no hay demasiado carbohidratos, pero los que hay cumplen funciones importantes.
Carbohidratos en el cuerpo humano
En la pared celular hay unas cuantas glucoproteínas y glucolípidos, la palabra gluco viene de glucosa que es un carbohidrato simple. Por lo tanto, una glucoproteína o un glucolípido es la combinación de un carbohidrato más una proteína o lípido, respectivamente. Estas moléculas al tener una parte carbohidrato serán el blanco perfecto para lectinas que se quedarán pegadas a ellas.
Por si no os acordáis de la entrada anterior de cómo funcionaba el [sistema digestivo]/es/nutrition/maravilloso-sistema-digestivo), éste está cubierto por una capa de mucosa que nos protege para que lo que ingerimos no sea capaz de entrar al torrente sanguíneo y hacernos daño.
Lamentablemente esta mucosa está hecha en gran parte de una glucoproteína llamada mucina. Las mucinas forman líquidos gelatinosos, de hecho, las secreciones corporales, como la saliva o los fluidos vaginales contienen altos niveles de mucinas.
Esta mucosa pasa a ser más importante en el intestino porque es la parte del sistema digestivo que tiene conexión directa con el resto del cuerpo ya que aquí es donde los nutrientes pasan al torrente sanguíneo.
En teoría lo que entra al intestino, debería venir pre digerido gracias al ácido estomacal y a las enzimas digestivas (para saber más sobre enzimas podéis leer la entrada de enzimas aquí), pero las lectinas son duras de roer y pasan casi intactas a los intestinos.
Las lectinas un enemigo duro de roer
Uno de los alimentos que más tiene lectinas son las alubias, porotos o frijoles y solo en el Reino Unido hay aproximadamente 1000 casos documentados de gente que ha acabado con casos graves de diarrea y vómitos por comer alubias crudas o poco cocidas (2).
Las lectinas son resistentes al calor y por esta razón se tienen que remojar de un día para otro y cocinar por suficiente tiempo. Las legumbres son mega conocidas por causar hinchazón y pedos, aquí tenéis una de las razones. La otra razón de la hinchazón es que contienen compuestos que son altamente fermentables por las bacterias de los intestinos. A estos compuestos se les conoce con el acrónimo en inglés de FODMAP que en castellano quiere decir: polioles, oligo-, di- y mono-sacaridos fermentables. La fermentación es la que da lugar al gas que a su vez produce la hinchazón.
Además de ser resistentes al calor, las lectinas también son resistentes a la proteólisis (degradación de proteínas). Como os comentaba al principio las lectinas son una proteína y como otras proteínas debería romperse en los aminoácidos que la constituyen, gracias al efecto de los ácidos en el estómago y de las enzimas digestivas.
Lo que se ha visto en modelos animales y humanos (2) es que solo se digieren entre un 16% y un 80% de las lectinas presentes en legumbres y semillas, en comparación a las proteínas animales que se digieren entre un 85 a 94%. En experimentos con animales incluso son capaces de causarles la muerte, ya que sufren de diarreas y falta de apetito que los acaba matando (2), ¡ya sabéis no le deis legumbres a vuestras mascotas!
Como dañan las lectinas el tracto digestivo
Como había comentado antes la mucosa del intestino esté hecha de glucoproteínas lo que la hace un objetivo perfecto para las lectinas y como el ácido del estómago y las enzimas digestivas no han sido capaces de lidiar con ellas, llegan en perfecto estado para interrumpir el funcionamiento correcto de los intestinos.
Uno de los daños que producen las lectinas en la barrera protectora de los intestinos es que deterioran las microvellosidades, las acortan. Para que os hagáis una idea de lo que pasa tenéis la siguiente imagen.
Si las vellosidades se acortan, entonces también se acorta la eficiencia para absorber nutrientes (si queréis entender mejor esto id a la entrada del sistema digestivo). Así que uno de los daños que producen las lectinas es la mala absorción de los nutrientes, esto explica por qué los celiacos suelen mostrar deficiencias en ciertos minerales o vitaminas antes de ser diagnosticados con la intolerancia al gluten. No os lo había dicho hasta ahora pero el gluten es una lectina y algún día os explicaré más cosas del gluten, pero de momento nos quedaremos con que es la lectina más famosa.
El otro daño que causan las lectinas lo hacen después de atravesar la barrera protectora del intestino. La barrera está allí para protegernos de patógenos que vienen en la comida y los nutrientes pueden pasar a través de la barrera porque la barrera los reconoce y los deja pasar a través de ella, a este proceso se le conoce como endocitosis.
Las lectinas de alguna manera se las arreglan para que la barrera las deje pasar. El mecanismo por el cual el gluten atraviesa la barrera lo propuso el investigador Alessio Fassano y es bastante agresivo.
¿Os acordáis de que en la entrada sobre el sistema digestivo os dije que existían unas proteínas llamadas uniones estrechas que eran como una costura que mantenía unidas las células de la pared intestinal? Pues el gluten deshace esa costura y hace que las células se separen, de esta manera el paso entre el exterior y el interior del cuerpo queda totalmente expuesto, tanto a patógenos como restos de alimentos sin digerir que no deberían pasar al torrente sanguíneo. Esto se traduce en que somos más propensos a sufrir de infecciones e inflamación. Si la palabra inflamación no os asusta, deberías leer la entrada que tengo sobre Qué es y que causa la inflamación, donde veréis que prácticamente todas las enfermedades son causadas por la inflamación.
Solo por si no me creéis todo lo que os acabo de contar, los exámenes de intolerancia a los alimentos lo que miden son los anticuerpos que el cuerpo ha generado en contra de un agente invasivo en la sangre. Si encuentran anticuerpos para el gluten es que hay gluten en la sangre o en otros casos anticuerpos para otras lectinas.
Hay otros efectos negativos que producen las lectinas, como la inhibición de ciertas enzimas de los intestinos, si queréis ahondar sobre este tema podéis leer el artículo científico 2. Hay más investigaciones sobre las lectinas, una de ellas que me interesó mucho fue la de su relación con el Parkinson, pero hasta la fecha solo hay un estudio en ratones si queréis saber más sobre esto podéis leer el artículo científico 3.
Fuentes vegetales de lectinas
Prácticamente todas las fuentes vegetales tienen lectinas, lo importante es saber que verduras tienen más y en que partes de la verdura se encuentran estas lectinas. Como os he dicho las lectinas son una parte del sistema de defensa de la planta, por lo tanto, lo lógico es que encontremos lectinas en la piel de los frutos porque es lo que las protege del exterior. Otro sitio donde se encuentran es en las semillas, pensad que las semillas son como los bebes de las plantas, es donde está el futuro de su especie, así que allí se concentran más las lectinas. También hay algunos productos vegetales que, a pesar de tener lectinas, estas no afectan a los seres humanos, pero si a otros animales, un ejemplo de esto es el boniato o camote que solo afecta a conejos (4).
Otro factor que tener en consideración es que los cultivos de hoy en día son obra de la selección artificial y no natural. Para ganar más dinero por cultivo los agricultores llevan año seleccionando las semillas de los frutos más resistentes. El hecho de que sean más resistentes es porque se saben defender mejor y ya hemos visto como se defienden las plantas, con lectinas y otras cosas. Así que los cultivos de hoy en día tienen más lectinas de las que solían tener lamentablemente.
Las verduras que más lectinas tienen son las legumbres, la patata y el tomate.
Otras verduras que tienen lectinas son las siguientes:
- Tomates
- Patata o papa
- Alubias, frijoles o porotos
- Arvejas o guisantes
- Zanahorias
- Soja
- Cerezas
- Moras
- Germen de trigo
- Arroz
- Maíz
- Cacahuete o maní
- Champiñones
- Aguacate o palta
- Betarraga o remolacha
- Puerro
- Col o repollo
- Té
- Perejil
- Orégano
- Especias
- Frutos secos
Otras fuentes de lectinas
Hasta ahora solo os he hablado de las lectinas en plantas, pero existen lectinas que vienen de otras fuentes (5) y no todas son malas. Es más, los humanos tenemos lectinas, porque al final una lectina es una molécula que es capaz de reconocer células con determinados tipos de carbohidratos y el hecho de que tenga esta habilidad la hace útil como sistema de detección. Fuentes de lectinas no vegetales:
- Bacterias
- Protozoos
- Hongos
- Virus
- Algas
- Animales
Las que vienen de gérmenes (bacterias, protozoos, hongos y virus) sirven para que estos sepan que células deben atacar una vez entran en un huésped. Las de las algas no están muy estudiadas. En el caso de los animales básicamente sirven para reconocer células y poder desencadenar otros procesos.
Conclusión
Me quedé sorprendida al realizar la investigación para hacer esta entrada, sabía que las lectinas causaban problemas, pero no me imaginaba que implicaba tantos problemas. La verdad es que tiene sentido porque la naturaleza es un tira y afloja entre quienes son comidos y los que comen y las plantas tenían que defenderse de alguna manera.
Creo que deberíamos bajar el consumo de verduras, no son altamente nutritivas y en muchos casos tienen antinutrientes como las lectinas, los fitatos o los oxalatos.
Aun así, creo que eliminarlas al 100% tampoco vale la pena, hay que ser inteligente al comerlas, quitarle las semillas y la piel.
No todos somos sensibles a las mismas lectinas, tenéis que ir probando. Si algo os produce diarrea, pedos podridos, vómitos, nauseas o hinchazón lo tenéis que dejar de comer.
Yo particularmente no como legumbres y no las volveré a comer jamás ya que me provocan náuseas, vómitos y diarreas, pero si que como en pequeñas cantidades otras verduras. La cantidad también es importante yo se que la mitad de un aguacate o palta me deja hecha un pez globo, pero si me como un cuarto no tengo problema.
Como siempre os digo tenéis que estar en sintonía con vuestro cuerpo, aprended que le sienta bien y que no. Él os lo hará saber, creedme es bueno dando unos dolores de barriga y unos pedos que asustarían a cualquier.
Esta entrada ya se ha hecho bastante larga, así que ¡hasta otra!
References
- Peumans, W. J., & Van Damme, E. J. M. (1995). The role of lectins in plant defence. The Histochemical Journal, 27(4), 253–271. doi: 10.1007/bf00398968
- Vasconcelos, I. M., & Oliveira, J. T. A. (2004). Antinutritional properties of plant lectins. Toxicon, 44(4), 385–403. doi:10.1016/j.toxicon.2004.05.005
- Singh, R. S., Tiwary, A. K., & Kennedy, J. F. (1999). Lectins: Sources, Activities, and Applications. Critical Reviews in Biotechnology, 19(2), 145–178. doi: 10.1080/0738-859991229224
- Nachbar, M. S., & Oppenheim, J. D. (1980). Lectins in the United States diet: a survey of lectins in commonly consumed foods and a review of the literature. The American Journal of Clinical Nutrition, 33(11), 2338–2345. doi: 10.1093/ajcn/33.11.2338