¿Qué comían realmente nuestros ancestros? - Parte 2
Si alguna vez os habéis preguntado que comían nuestros antepasados, os recomiendo leer la entrada anterior a esta: Que comían realmente nuestros ancestros - Parte 1. En aquella entrada os dije que dividiría lo que comían nuestros antepasados en dos, la primera parte habla desde mediados hasta finales del paleolítico (1 millón a 10000 años antes de la era actual (a.e.a.) y la segunda parte va del neolítico (10000 a 1700 años a.e.a.).
Época de cambios
Durante el neolítico ocurrieron unos cuantos cambios para los humanos. Pasamos de ser cazadores y recolectores a ser granjeros y ganaderos, nos hicimos sedentarios. Esto afectó a la población en muchos aspectos como el tamaño de la población, la nutrición, la carga de trabajo, la salud, la movilidad, el estilo de vida, el comportamiento y la vida en sociedad.
Hay un par de cosas que me gustaría comentar para añadir contexto al neolítico:
- A estas alturas solo quedábamos los humanos, los neandertales se habían extinguido hace unos 20000 años y no quedaba rastro de otros homínidos.
- Ya que el neolítico es más próximo a nuestra época (en comparación al paleolítico), los restos que hay son más abundantes, así que tenemos una idea más clara de cómo vivían nuestros ancestros en esa época.
Evidencias de lo que comíamos
Al igual que en la entrada anterior, hay varios tipos de evidencias de lo que comíamos, en esta ocasión solo revisaremos los restos de comida y los análisis isotópicos.
Restos de comida
En esta época ya no cabe duda alguna de que comían una mezcla de productos animales y vegetales (1, 2, 3, 4, 5). También se sabe que la cantidad de carbohidratos que comían era mucho mayor a la del paleolítico. En algunos casos se seguía comiendo más animales, pero nunca algo parecido a las dietas casi 100% carnívoras del paleolítico, excepto en algunas zonas del norte de Europa donde la agricultura llegó más tarde.
Gracias a que tenemos más evidencias de esta época, aquí sí que podemos diferenciar lo que comían durante las diferentes épocas del año. Una vez más es importante recordar que estos humanos comían lo que podían encontrar a su alrededor, por lo tanto, la alimentación será diferente dependiendo de la zona del planeta de los hallazgos.
Para que os hagáis una idea de lo que habrían comido los humanos que vivían en latitudes similares a las de España o Italia, os dejo un resumen sacado de un artículo hecho en unas excavaciones en Çatalhöyük, Turquía (5). Este asentamiento es bastante famoso porque está muy bien conservado.
Aunque el ejemplo está sacado de un solo artículo, en muchos otros artículos (1, 2, 3, 4) se nombran los mismos alimentos, así que más o menos se comía lo mismo en estas latitudes del planeta.
Invierno
Debido a que durante el invierno no se pueden cosechar algunos alimentos, lo que hacían era guardar lo que habían producido durante el verano. Dentro de los alimentos que preservaban están los siguientes:
- Granos: varios tipos de trigo y cebada. El trigo es de temperaturas más templadas mientras que la cebada aguante mejor el frío.
- Legumbres
- Fruta deshidratada
- Frutos secos
- Vino
- Plantas herbáceas secas
- Carne seca
Prácticamente no había productos frescos en esta época excepto por la carne de oveja, vaca, pescado, aves y sus huevos.
Primavera
La primavera siempre trae abundancia porque es la época donde todo florece. Durante esta época tenían verduras frescas y tubérculos. Gracias a las migraciones de las aves y la época de apareamiento de los peces, la carne de estos animales abundaba. Lo que habían sembrado durante el invierno estaba listo para cosecharse incluyendo cereales y legumbres como las siguientes:
- Diferentes tipos de trigo
- Cebada
- Centeno
- Lentejas
- Guisantes o arvejas
Verano
Durante el verano comían los siguientes productos vegetales:
- Plantas de pantano
- Plantas herbáceas frescas
- Peces
- Nueces pequeñas
- Pequeños frutos secos de pistacho
- Bellotas
- Miel (si tenían suerte de encontrarla)
Aunque los humanos se habían hecho sedentarios, algunos seguían cazando animales salvajes. Normalmente estas presas se consumían para ocasiones especiales en festines. Dentro de estos animales salvajes tenemos los siguientes:
- Bovinos
- Equinos
- Asno salvaje asiático
- Caballos salvajes
- Liebres
Ocasionalmente también consumían animales carnívoros como zorros y tejones
Otoño
Con la llegada del otoño tenían más frutas a su disposición:
- Almecinas
- Almendras
- Ciruelas salvajes
- Higos
- Zumaque
- Bayas
- Manzanas salvajes
Y habrían cosechado algunas legumbres:
- Garbanzos
- Guisantes o arvejas
- Otras especies más raras
Si cazaban, durante esta época habrían cazado jabalíes y ciervos salvajes.
Entre el verano y el otoño procesaban la carne y otros alimentos vegetales para guardarlos para el invierno. Dentro del procesamiento que les hacían a los alimentos se encuentran los siguientes:
- Secado al sol en los tejados (frutas, verduras y carne)
- Fermentado de verduras para hacer encurtidos.
- Tostado de semillas y frutos secos
- Ahumar carne
- Salar carne
- Extracción de grasa de frutos secos y animales
Celebraciones y festines
Hay un artículo que habla sobre lo que comían los habitantes de una zona cercana a Londres llamada Runnymede (6). En esta zona se han encontrado un montón de restos de huesos de animales, en su mayoría ganado y cerdos y algunos de cabras. En este artículo explican que seguramente para las celebraciones y/o festines mataban animales grandes porque así podían alimentar a más personas. Por esta misma razón comían más ganado que son animales más grandes que los cerdos o las ovejas. Estos humanos aprovechaban todo del animal, incluida la médula ósea, la cual es un tejido muy nutritivo.
También se han encontrado restos de cereales, algunas legumbres y lácteos. Aunque tomaban lácteos, se cree que no mantenían al ganado con el objetivo de obtener leche, más bien las criaban por la carne y de paso sacan algo de leche.
Análisis isotópicos
Si no sabéis lo que son los análisis isotópicos os invito a leer la entrada anterior Que comían realmente nuestros ancestros - Parte 1.
En el asentamiento del que os hablé antes en Turquía también hay análisis isotópicos (3). Los restos de este estudio en concreto están datados en los años 8000 a 7000 a.e.a. Según los análisis isotópicos de carbono 13 esta gente comía solo alimentos terrestres. Tanto los animales como los humanos de este asentamiento comían plantas que en su mayoría eran de tipo C3 (plantas de climas templados). En general consumían bastante carne sobre todo de ovejas y vacas, en algunos casos algunos individuos llegaban a presentar niveles de nitrógeno 15 de un 14‰, lo que implicaría que comían más carne que la media.
En otro asentamiento en Ciudad del cabo en Sudáfrica (4), se analizaron tres zonas distintas de la ciudad. En la zona de la costa, donde los humanos habrían tenido acceso al mar, los niveles de carbono 13 indican que comían grandes cantidades de productos del mar. En la zona sin costa del sur oeste todo lo que consumían era de origen terrestre. Y en la zona sur comían tanto productos del mar como de la tierra, con plantas tanto de tipo C3 como C4. En este mismo estudio se habla mucho sobre las tasas de caries que tenían estos humanos, este será un tema de conversación para otra entrada. Se sabe que en el neolítico lo humanos comían más carbohidratos y que su consumo aumenta la probabilidad de tener caries.
Cazadores recolectores en el neolítico
Algunos pueblos siguieron siendo cazadores y recolectores en el neolítico, supongo que aquellos que vivían en latitudes más altas donde la agricultura era más difícil. Hay unos cuantos artículos que analizan poblaciones que vivían en Suecia o Lituania, donde los análisis isotópicos indican que aun seguían siendo bastante carnívoros.
Uno de esos artículos analiza a algunos individuos en el sur de Suecia (7) datados en el mesolítico (periodo entre la última parte del paleolítico y el neolítico) y el neolítico. Al igual que en el estudio de Ciudad del Cabo en Sudáfrica (4) se puede ver que según los análisis de carbono 13 estos humanos, dependiendo de donde vivieran comían más productos del mar (carbono 13 menos negativo) o más productos de la tierra (carbono 13 más negativo). Por otra parte, en cuanto a cuan alto en la cadena trófica estaban, estaban bastante alto, como podéis ver los – y + son rumiantes y omnívoros, pero los humanos están mucho más arriba que estos dos grupos, están cerca de los perros, las focas y los delfines. Los delfines son animales que están muy alto en la cadena trófica incluso hoy en día. Aquí os dejo una imagen del gráfico de nitrógeno 15 y carbono 13, donde todos los nombres raros se refieren a los humanos hallados en esas zonas.
Hay otro artículo (8) de una zona llamada Västerbjers en la isla de Gotland (Suecia) en la que concluyen que la gente que vivía allí durante el neolítico se alimentaba de focas principalmente, un poco parecido a lo que hacían hasta hace poco los Inuit.
En otro estudio en el norte de Lituania (9) se puede ver cómo fue cambiando la dieta de estas personas a través del tiempo ya que las muestras son de varios periodos en el tiempo como el mesolítico y principios, mediados y finales del neolítico. Según los análisis de carbono, alrededor de principios del neolítico comían mucho pescado de agua dulce, pero a finales del neolítico, este comportamiento ya no se veía. En cuanto a lo alto que estaban en la cadena trófica, lo estaban bastante. Nuevamente al igual que los restos del sur de Suecia, los análisis de nitrógeno 15, los posiciona cerca de las focas, las nutrias y los lucios, los cuales son todos carnívoros.
Técnicas de cocina
En comparación al paleolítico, durante el neolítico era mucho más común cocinar los alimentos. A estas alturas los humanos éramos todos unos chefs de alta cocina y gracias a los utensilios de cocina que se pueden encontrar en los asentamientos (10) sabemos que utilizábamos técnicas como hervir, estofar, hornear, tostar, ahumar, salar carne y fermentar (5).
Aumento de enfermedades
Mientras me documentaba para hacer esta entrada me di cuenta de que unos cuantos artículos (4, 11, 12, 13, 14, 15) hablaban sobre algunas enfermedades que tenían los humanos del neolítico que eran menos comunes en el paleolítico. Se suele culpar a la agricultura del aumento de estas enfermedades y no solo por el evidente hecho del cambio en la dieta sino también por el inmenso cambio en la manera de vivir.
De lo que más se habla son de las caries, cosa que ya os comenté cuando os expliqué el estudio de Ciudad del Cabo. Aunque las caries se llevan la mayor parte de la atención también hay comentarios sobre anemia, aterosclerosis, entre otras. Como este tema es más complejo que simplemente recopilar información sobre que comían nuestros ancestros, en algún futuro indeterminado ahondaré más en este tema y haré una entrada como dios manda. No os voy a mentir, me parece un tema super interesante, pero hay tanta información y para variar contradictoria que no podría daros mi opinión ahora mismo.
Resumen
En resumidas cuentas, los humanos del neolítico comían lo que encontraban en las zonas donde vivían. En latitudes más altas (Europa del norte) seguían llevando una dieta prácticamente carnívora como en el paleolítico, ya que la agricultura llegó más tarde a esas zonas, además de que pocos cultivos aguantan las temperaturas bajas. En zonas más templadas la alimentación dependía de las estaciones del año y comían de todo: granos, semillas, frutos secos, frutas, verduras y carne. La carne que comían dependía de si vivían cerca del mar o no y de si tenían o no la costumbre de pescar. Aunque ya se tenía la costumbre de criar animales para el consumo, algunos grupos de humanos seguían cazando animales salvajes. Además de comer lo que la naturaleza les daba, fueron lo suficientemente inteligentes para preservar algunos alimentos para consumirlos meses más tarde. Esto fue clave para su subsistencia.
Últimas palabras
Personalmente creo que el hecho de que los humanos creáramos la agricultura fue lo que hizo posible que los humanos vivamos como vivimos hoy en día. La agricultura requiere de mucha mano de obra, lo cual nos obligó a vivir en sociedad, esto nos volvió civilizados, ya que la sociedad crea reglas de convivencia.
Por otra parte, creo que la agricultura no es sostenible hoy en día, por unas cuantas razones. El punto más importante es que somos demasiados humanos. El hecho de que seamos muchos hace que la cantidad de alimento que necesitamos sea inmensa, por lo tanto, la producción tiene que ser grande también. Una producción que no para, genera suelos empobrecidos en nutrientes y por lo tanto productos nutritivamente pobres. La solución es hacer cultivos rotativos (un año plantar trigo, al siguiente tomate, al siguiente uva, etc.), pero esto no es realista porque hacerlo así produce menos beneficios y el agricultor tendría que cambiar de sector, cosa que no va hacer. Por otra parte, la cantidad de terreno cultivable no es suficiente, así que se tienen que talar bosques para poder convertirlos en terreno de cultivo, eliminado el habitad de los animales que vivían en ese bosque. La idea de un mundo 100% con productos ecológicos libres de pesticidas es bonita, pero para producir todos los cultivos necesarios para alimentar a tanta gente hacen falta medidas más radicales como los pesticidas para acabar con las plagas. Por último, está el tema de que los alimentos de origen vegetal son más pobres en nutrientes. 100 g de lentejas tienen 9 g de proteína, 100 g de ternera picada o molida tienen 27 g de proteína, además de que el tipo de hierro (hémico) que hay en la carne se absorbe mucho mejor que el de las lentejas. Así que como veis para igualar a la carne en nutrientes habría que comer más lentejas y como ya os he explicado una mayor producción de lentejas (o el cultivo que sea) conlleva unos cuantos problemas medioambientales.
Independientemente de lo bueno o lo malo que sea la agricultura, creo que deberíamos retomar algunas de las prácticas de los humanos del neolítico, como aprovechar lo que nos da la naturaleza al 100% en todas las estaciones del año. Hoy en día en muchos países se ha perdido la costumbre de comer alimentos fermentados o encurtidos y de comerse los animales de cabo a rabo. Al igual que los humanos del paleolítico esta gente comía lo que podía y no lo que quería, esto mantiene el equilibrio.
Los humanos actuales comemos lo que queremos y lo que es peor la industria sabe lo que queremos y nos lo vende a montones y a bajos precios. Para mejorar los beneficios la industria ha deformado lo que comemos, convirtiéndolo en cosas ultra procesadas con preservantes y aditivos que hacen posible tener unas galletas en el supermercado que vence de aquí a dos años. Puedo entender que unas galletas estén más ricas que el paté o el chucrut, pero las galletas pueden producir diabetes mientras que el paté o el chucrut no. Si os importa vuestra salud, intentad ser como los humanos del paleolítico o el neolítico que comían productos frescos de la naturaleza y no productos embazados que duran años sin estropearse.
Referencias
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