Porque creemos que las grasas son malas para la salud
¡Hola chicos! En esta entrada seguiré explicando porque históricamente le tenemos miedo (doctores incluidos) a las grasas. En la entrada anterior Porque creemos que el colesterol es malo para la salud, vimos que el colesterol que consumimos a través de la dieta no tiene nada que ver con los niveles de colesterol que hay en sangre y por lo tanto no tiene nada que ver con las tasas de mortalidad por enfermedades cardiacas. Así que queda descartado como el causante de este problema.
No sé si de la entrada anterior os acordareis de Ancel Keys, era un científico que creía que las enfermedades cardiacas se podían prevenir con una correcta alimentación. Al principio Keys creía que la cantidad de grasa que consumíamos era la causante de las tasas de muerte por enfermedades al corazón, aunque en el futuro cambiaria de opinión.
El estudio de los seis países
Keys se dedicó a viajar por varios países a partir de 1950, evaluando la cantidad de grasa que comía la gente, además de sus niveles de colesterol y las tasas de mortalidad por enfermedades cardiacas. En 1952 hizo una presentación de un estudio que había hecho en seis países. Para hacer estos estudios se basó en los datos de la ONUAA (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y de la OMS (Organización Mundial de la Salud) desde 1948 a 1949. En el gráfico se mostraba una relación perfecta entre la cantidad de grasa consumida y la cantidad de muertes debidas a enfermedades cardiacas. Keys llamó a esta relación la hipótesis de la dieta-corazón.
Desacreditando a Keys
Muchos científicos se hicieron seguidores de las teorías de Keys, pero hubo un científico llamado Jacob Yerushalmy al que los datos de Keys no le parecían correctos. Yerushalmy sabía que países como Suiza o Francia tenían tasas de mortalidad por enfermedades cardiacas bajas a pesar de comer bastante grasa. Utilizando los datos de la ONUAA y de OMS de los años comprendidos entre 1951 a 1953 Yerushalmy publicó un estudio desacreditando a Keys, con un nuevo gráfico que hacía perder peso a la hipótesis de éste. El gráfico publicado por Yerushalmy es el siguiente:
A pesar de que la teoría de Keys pierde fuerza en este gráfico igualmente se puede ver una cierta relación entre la cantidad de grasa consumidas y las muertes por enfermedades cardiacas.
El problema de los estudios epidemiológicos
El problema de estos dos estudios es que ambos son estudios epidemiológicos. Los estudios epidemiológicos solo analizan datos, no le piden nada a los participantes del estudio (como cambiar sus hábitos de vida, dejar de fumar, dejar de comer algo, etc.), solo los observan y a partir de allí sacan conclusiones.
Dentro de los modelos de estudios científicos que se pueden hacer, los estudios epidemiológicos son los más débiles, ya que una relación entre dos características no implica que estén relacionados. Para este fenómeno se utiliza una frase muy típica: correlación no implica causalidad. Para que lo entendáis mejor os pondré un ejemplo. Desde hace años que se habla del cambio climático causado por el aumento de dióxido de carbono en la atmosfera y también se habla del incremento de la obesidad. ¿Quiere decir esto que el aumenta de dióxido de carbono es el causante de que la gente cada vez esté más gorda? Evidentemente que no, seria ridículo pensar algo así. Exactamente lo mismo pasaba con estos estudios, no porque la cantidad de grasa consumida se relacione con la cantidad de muertes quiere decir que la cantidad de grasa cause dichas muertes.
Este tipo de estudios puede dar una pista por donde seguir una investigación, pero no da una respuesta definitiva al problema.
Además de esto, dentro de los estudios epidemiológicos también existen subtipos. Tanto el estudio de Keys como el de Yerushalmy son del tipo transversal, que es más débil que otros ya que se realiza con datos obtenidos en un momento puntual. Este tipo de estudios no planifican hacer ningún tipo de seguimiento en el futuro. Esto cobra más importancia al saber que estos estudios se llevaron a cabo justo después de que acabará la segunda guerra mundial, donde la población estaba desnutrida en muchas zonas de Europa.
Cuando el estudio de Yerushalmy se publicó, Keys se enfadó tanto que escribió una nota la revista de enfermedades crónicas (Journal of Chronic Diseases). En ella decía que los datos utilizados por Yerushalmy eran profundamente erróneos porque las estadísticas nacionales no eran fiables, especialmente aquellas que venían de los gobiernos europeos durante el período de posguerra. Lo gracioso de esto es que Keys también basaba sus estudios en esas estadísticas nacionales que ahora criticaba tanto. Como veis los científicos son bastante hipócritas a veces.
Así que como podéis ver a estas alturas del partido, aunque Keys se empeñaba en que su hipótesis era la correcta y que todo el mundo debería llevar una dieta baja en grasas para reducir la probabilidad de muerte por enfermedades al corazón los datos científicos no eran muy claros al respecto. Así que para zanjar el problema de raíz Keys ideo un estudio que se conoce como el estudio de los siete países. Este estudio acaba culpando a las grasas saturadas de ser las causantes del colesterol alto.
La siguiente entrada que haga sobre este tema tratará más a fondo el estudio de los siete países. En concreto hablaré de lo mal diseñado que estaba y de porque después de cincuenta años de su publicación no podemos seguir creyendo en estas teorías. Espero que os haya parecido interesante esta entrada, ¡hasta otra!
Para más información podéis leer los artículos originales de Keys y Yerushalmy. El libro de Nina Teicholz donde explica toda esta problemática más a fondo.
Referencias
- Estudio de los seis países de Keys: Keys, A. Atherosclerosis: a problem in newer public health. J. Mt. Sinai Hosp. N. Y.20, 118–139 (1953).
- Estudio de Yerushalmy: Yerushalmy, J. & Hilleboe, H. E. Fat in the diet and mortality from heart disease; a methodologic note. N. Y. State J. Med.57, 2343–2354 (1957).