Planifica tu ayuno prolongado con estos consejos
En esta entrada os daré unos cuantos consejos para llevar a cabo un ayuno prolongado de más de 24 horas de manera exitosa. Aunque pueda perecer un reto imposible de lograr, no comer por más de 24 horas no es tan difícil si se planifica bien y se tienen unas cuantas cosas en consideración para hacer frente al hambre y a la sensación de letargo.
El ayuno prolongado tiene muchísimos beneficios y es una práctica que recomiendo a todo el mundo ya que solo como experiencia de vida es beneficioso. Si quieres saber más sobre este tema puedes leer la entrada: El ayuno prolongado y sus beneficios.
¡Ahora si vamos a los consejos!
Planifica tu ayuno
Este es el consejo más importante que puedo dar, planificar un ayuno lo es todo para tener éxito. Para empezar, hay que fijar la duración del ayuno, yo personalmente creo que cuando se trata de ayunos es mejor ir poco a poco. La primera vez un ayuno de 24 horas es perfecto. Ahora bien, para el segundo ayuno todo depende de la experiencia de cada persona. En teoría las primeras 48 horas son las peores, por lo tanto, si vas a pasar por esas 48 horas si o si sabiendo que luego es más fácil... ¿por qué no mejor continuar hasta las 72 horas que es donde se notan más beneficios de autofagia y sensibilización a la insulina?
Planificar no quiere decir que hay que programar hasta el más mínimo detalle, pero es evidente que, si un fin de semana tenemos una boda, ese fin de semana no es bueno para hacer un ayuno.
Con planificar me refiero a elegir un momento apropiado en tu vida en el que estés tranquilo, en casa, sin distracciones que impliquen comida. Si tienes familia cocina antes y congélalo para que ellos puedan ir descongelando la comida para no molestarte.
Evidentemente que, si vas a hacer un ayuno de muchos días, semanas o meses, no puedes planificarlo, eso está claro. Así que en ese caso la planificación sea más de tipo mental para enfrentarse al reto.
Beber agua a demanda
Mantenerse hidratado es sumamente importante porque ya sabéis que somos en gran parte agua. Si no te hidratas bien te dolerá la cabeza, te sentirás mareado entre otras cosas. Es posible que pienses que es por no comer, pero en realidad muchas veces es solo deshidratación. No te fuerces a beber, bebe cuando tengas sed.
Ingerir electrolitos
Los electrolitos más importantes son el sodio, magnesio y potasio. Si tienes la suerte de contar con un suplemento de estas sales puedes tomarlo durante el ayuno, sino simplemente toma sal para cocinar (cloruro de sodio).
Las células necesitan de estos electrolitos para llevar a cabo sus funciones, así que es sumamente importante mantenerse “electrolizado”.
Cuidado con algunas sales que traen sales de potasio o magnesio como la marca Biosal, porque también tienen dextrosa, la dextrosa es azúcar y si la tomas el ayuno se irá a la basura.
Mantenerse ocupado
Muchas veces comemos por aburrimiento, simplemente por el gusto de hacer algo que no haga sentir bien. Haz una lista con tus pasatiempos favoritos y haz una maratón de pasatiempos, aprovecha esas horas que no tienes que pasar comprando ingredientes, cocinando y comiendo y acaba ese libro/juego/puzle que aún no has podido acabar :D
Alejarse de la comida y los olores
Ver y oler la comida puede desencadenar el hambre y de hecho tiene todo el sentido del mundo porque en la naturaleza no estaríamos pensando en me como o no me como ese alimento que puede que mañana no encuentre. En la naturaleza no hay supermercados donde abastecerse así que lo que encuentras te lo comes y el cuerpo cuando ve o huele comida ya está preparándose para comerla, liberando hormonas entre otras cosas.
Hambre, mareos y letargia
Si tienes cualquiera de estos sintomas, la solución es agua, sal, te o café con un poco de endulzante que no libere insulina. Puedes leer más acerca de endulzantes en esta entrada: Todo sobre los endulzantes
Y esos son todos los consejos que creo que todo el mundo debería saber antes de hacer un ayuno para poder prepararse bien y planificar una estrategia para no caer en la tentasión de comer.
Que estéis super bien, ¡hasta otra!