Gripe keto
Antes de empezar cualquier cosa en esta vida uno debería informarse y saber en lo que se está metiendo. Una dieta no se compara a meterse en una deuda, pero aun así deberíamos darle importancia.
Hay muchas personas detractoras de la dieta keto (si queréis saber más sobre esta dieta podéis ir a ver estas entradas: ¿Qué es la alimentación o dieta cetogénica? y ¿Produce la dieta keto daños en el hígado?) porque dicen que causa esto y lo otro. La verdad es que, si no lleváramos una alimentación tan triste en la actualidad, hacer el cambio a una dieta keto sería mucho más fácil.
Hay unos cuantos efectos secundarios cuando se empieza la dieta keto debido a que el cuerpo está ajustándose a los nuevos nutrientes que entran. Esto es totalmente normal y no hay que preocuparse a menos que se tenga una enfermedad (diabetes o hipertensión, etc.). En estos casos es mejor hacer un seguimiento junto con un médico para que vaya monitorizando vuestros marcadores (azúcar en sangre, tensión arterial, etc.)
El efecto secundario más común es lo que se conoce popularmente como la gripe keto. La gripe keto es un conjunto de síntomas que se parecen a los de una gripe normal como dolor de cabeza, malestar general, fatiga, cansancio y en algunos casos incluso nauseas.
Espero que esto de la gripe keto no os desanime de probar esta forma de alimentación porque no le pasa a todo el mundo. Ni yo, ni mi madre ni mi sobrina hemos tenido gripe keto. La que más tuvo síntomas fui yo que estuve unos cinco días mareándome y hubo un día que tuve que irme del gimnasio porque me dio una bajada de azúcar, pero nunca tuve malestar general ni menos nauseas. Y la que menos síntomas tuvo fue mi sobrina, que el segundo día mientras iba caminando se mareo un poco, solo eso.
Vamos a ver a continuación que es lo que lo causa la gripe keto y que hacer para que los síntomas se vayan.
Cambio de fuente de energía
En una alimentación normal la gente suele comer entre unos 200 a 300 gramos de carbohidratos diarios. El cuerpo se acostumbra a tener como fuente de energía principal a los carbohidratos y está acostumbrado a hacer el mismo trabajo todos los días.
Cuando cambiamos nuestra principal fuente de energía a las grasas el cuerpo tiene que ahora ajustarse a estos cambios y realizar otros pasos para poder obtener energía.
Imaginaros por ejemplo cuando cambiáis de trabajo. Cada empresa y cada oficio es diferente, cuando cambiáis de trabajo os tenéis que ajustar a los cambios y al principio vais más lento que cuando ya lleváis unos años en una empresa. Lo mismo le pasa al cuerpo, cuando hacemos el cambio a las grasas va un poco lento porque está agotando todas las reservas de azúcar que tenía y cuando las va agotando nos vamos sintiendo cansados porque no tenemos energía literalmente.
En cuanto se vacíen las reservas de azúcar entonces empezaremos a crear cuerpos cetónicos que es la fuente de energía que proviene de las grasas. Con el pasar de los días la producción de cuerpos cetónicos será más eficientes y nuestro cuerpo también se acostumbrará cada vez más a esta nueva fuente de energía.
Si venís de una dieta muy alta en carbohidratos, quizás sería mejor reducirlos a la mitad durante una semana y luego empezar la dieta keto.
Si queréis acelerar este proceso de adaptación podéis hacer cardio, haciendo cardio haréis que vuestras reservas de azúcar se vacíen más rápido y así estaréis menos días sintiéndoos mal por esta razón.
Balance de minerales
Hay minerales que son más importantes que otros porque son necesarios en cosas de vital importancia. Por ejemplo, el sodio y el potasio están presentes en todas las células animales ya que permiten que entren otras cosas dentro de la célula entre otras cuantas funciones. El magnesio ayuda a mantener las funciones musculares y nerviosas y mantiene estables los latidos del corazón entre otras cosas más.
A pesar de que no parece que estén relacionados los minerales y la insulina, en realidad lo están (1). Altos niveles de insulina en sangre hacen que se retengan el sodio, el potasio y el magnesio, mientras que tiene el efecto contrario en el calcio (se pierde más). Por el contrario, cuando los niveles de insulina son bajos se desecha más sodio, potasio y magnesio por la orina y se retiene el calcio consumido.
Si no lo recordáis de la entrada de macronutrientes, la insulina es la que permite al azúcar entrar dentro de las células. Cuantos más carbohidratos se coman, más insulina se segrega y cuantos menos carbohidratos menos insulina.
En resumen, una dieta keto que tiene muy pocos carbohidratos hará que la insulina disminuya, lo cual al final se traducirá en más sodio, potasio y magnesio desechado por la orina.
No hay artículos científicos que expliquen qué pasa con una dieta keto y estos minerales. Yo supongo que, pasado los primeros días de la dieta, el cuerpo se acostumbra y los retiene más a pesar de tener baja la insulina. Esto son solo especulaciones, no logré encontrar información científica al respecto.
Durante el periodo de adaptación lo mejor es comer más sal y alimentos nutritivamente densos como huevos, carne, aguacate, salmón, verduras de hojas verdes y frutos secos.
No beber suficiente agua
Como os comenté en la entrada de macronutriente los carbohidratos se transforman en azúcar dentro del cuerpo y luego el exceso de esos azúcares se transforma en glicógeno para guardarlo. El glicógeno se guarda en el hígado y en los músculos y retiene agua. Por cada gramo de glicógeno se retienen 2 a 3 gramos de agua. Por lo tanto, cuando se dejan de comer carbohidratos, es importante mantenerse hidratado, bebed un poco más de agua hasta que os acostumbréis o comed más verduras que siempre tienen mucha agua. Tampoco os paséis con beber agua, si bebéis más agua vais a orinar más y más minerales se irán por la orina, bebed a demanda.
No comer suficiente
Mucha gente empieza la dieta keto para bajar de peso. Como tiene la palabra DIETA la gente enciende el interruptor de dieta lo cual quiere decir comer poco y hacer ejercicio. Este pensamiento es totalmente ridículo, pero ese no es el tema de esta entrada. En la dieta keto no se debería pasar hambre, si tenéis hambre es que estáis haciendo algo mal. Si seguís teniendo la mentalidad de comer poco no tendréis suficientes nutrientes para abastecer a vuestro cuerpo de lo que necesita para dar lo mejor de sí. Cuando tengáis hambre no tengáis miedo de comer, no se trata de comer menos si no de comer inteligente.
Cambios en la flora bacteriana
Varias veces he mencionado la importancia de las bacterias que viven en nuestros intestinos. Las hay de varios tipos como por ejemplo los lactobacillus acidófilos o las bifidobacterias. Algunas son beneficiosas para nuestro organismo, no obstante otras pueden causar bastantes daños. Las buenas bacterias se alimentan de fibra y las malas de carbohidratos. Cuando dejamos de comer carbohidratos, las bacterias malas empiezan a morir y la población de bacterias de nuestros intestinos cambia. Este cambio en nuestra flora bacteriana puede generarnos estreñimientos o diarreas. En cuanto la flora vuelva a un estado de equilibrio deberíamos volver a ser regulares, yendo al baño una vez al día al menos. Si teníais problemas de estreñimiento o diarreas antes de empezar la dieta es posible que la dieta lo arregle después del periodo de adaptación, a mí me lo arregló.
Por lo tanto es importante comer una cantidad de fibra adecuada para nuestra flora y digo adecuada porque cada persona es diferente y tiene una población de bacterias diferente. Lo que para unos significa mucha fibra para otros puede ser poca, así que a base de prueba y error podréis encontrar la cantidad de fibra necesaria para vuestro organismo en particular.
Y eso es todo chicos, espero que la gripe keto no os desanime, porque como os he dicho no a todo el mundo le pasa y si tomáis las consideraciones que os he dicho no creo que tengáis problemas!.
Espero que os haya parecido una entrada interesante y sobre todo útil para aquellos que estéis pensando en intentar probar esta forma de alimentación. Hasta otra, bye!
Referencias
- R A DeFronzo, C R Cooke, R Andres, G R Faloona, and P J Davis. The effect of insulin on renal handling of sodium, potassium, calcium, and phosphate in man. J Clin Invest. 1975;55(4):845–855. https://doi.org/10.1172/JCI107996