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El mito de las calorías

El mito de las calorías

Recuerdo que durante mi adolescencia hice algunas dietas de 1200 e incluso algunas de 900 calorías donde moría de hambre. Ojalá hubiese sabido todo lo que se hoy sobre calorías y como bajar de peso.

Es posible que, si alguna vez habéis querido perder peso, hayáis empezado a contar calorías o como yo en mi adolescencia hacer una dieta baja en calorías. La teoría de las calorías se basa en restar las calorías que entran de la comida menos las calorías que gastamos en nuestro día a día. La idea es estar en un déficit, es decir que lo que entra sea menos de lo que salga así podremos quemar esa energía. Para entender porque esta idea es errónea, primero tenemos que entender que es una caloría.

¿Qué es una caloría?

Para ello vamos a retroceder a nuestras clases de física del colegio. Una caloría es una unidad de energía que se define como la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua en un grado centígrado. Las mediciones de calorías en sus inicios se hacían con una bomba calorimétrica, donde se quemaba completamente un alimento y median cuanta energía se había necesitado para quemarlo.

Si después de leer esta entrada seguís pensando que las calorías son algo fiable os animo a comeros un tronco. Según este sistema la madera tiene calorías, así que un tronco sería una buena manera de empezar tu día con energía.

A finales del siglo 19 a un científico se le pasó por la cabeza que medir directamente los alimentos en la bomba calorimétrica no era muy preciso, porque luego parte de lo que comíamos se iba por las heces. Así que se ocupó de medir las calorías que entraban por la comida y compararla con la de la caca. Y así fue como nacieron las famosas 4 kcal de los carbohidratos y proteínas, las 7 kcal del alcohol y las 9 kcal de las grasas. Sinceramente, creo que su enfoque era el correcto, pero se quedó corto a la hora de entender el problema.

El punto en el que se equivoca esta teoría es que las calorías son un concepto físico y los organismos vivos somos algo biológico y químico.

¿Por qué la idea de las calorías parece tener sentido?

Primero porque parece lógico y es fácil de entender, pero cuando nos metemos de lleno en la bioquímica del cuerpo la teoría no se sustenta. Pero más importante que esto está el hecho de que las calorías de un alimento se miden en Kcal o Kj por gramo. Es decir cada vez que calculamos cuantas calorías hemos comido lo tenemos que multiplicar por los gramos que hemos ingerido. Así que cuando alguien reduce la ingesta de calorías en realidad ¿sabéis lo que está haciendo? ¡reduciendo la cantidad de gramos que come! Si reduces los gramos, vas a reducir la cantidad de reacciones y señales que ocurren en el cuerpo después de comer y eso lleva a bajar de peso.

Si esta explicación no es suficiente para ti, vamos a ver algunos puntos clave que te dejarán más claro por que la teoría de calorías no funciona en los organismos vivos.

La física no se debería aplicar a la bioquímica

Genética

Ya sabemos que la genética es super importante y también lo es cuando se trata de subir o bajar de peso. Todos tenemos a ese amigo delgado que come como si no hubiera un mañana y no engorda. Esto se explica porque seguramente esa persona gaste más energía en cosas como producir calor, por ejemplo. Si sois frioleros/friolentos es porque vuestro cuerpo no produce calor y por lo tanto lo que coméis en energía no se utiliza para generar calor y se guarda. En cambio, en aquellos que generan más calor, parte de lo que comen se gasta en generar calor y no en guardarse en forma de grasa.

La genética también determina como reaccionamos hacia ciertos macronutrientes, hay personas que tolerarán más carbohidratos que otras y podrán comer más sin engordar tanto. Ejemplos de genética hay muchos, hay tropecientas reacciones relacionadas con el gasto energético y algunas de ellas están determinadas por la genética.

El siguiente factor no es genético, pero si que viene determinado en parte por nuestras madres, la microbiota intestinal o en otras palabras los bichitos que viven en nuestros intestinos.

Microbiota intestinal

Muchas veces en los temas de los que hablo sale el tema de la flora intestinal y esta no es una excepción. Los bichitos que viven en nuestros intestinos nos ayudan a hacer la digestión y los hay de varios tipos. Hay algunos tipos que nos hacen engordan más que otros porque son más eficientes a la hora de digerir lo que comemos. Normalmente la gente con sobrepeso y sobre todo obesidad tiende a tener un desbalance en la flora intestinal.

Factores que rompen el balance de la microbiota que vive en nuestros intestinos son la comida procesada (azúcar de cualquier tipo, carbohidratos refinados, pan, pasta, arroz, etc.), el uso de antibióticos, uso de antiácidos, estrés, entre otros. Para que veáis lo importante que son las bacterias en cuanto a peso se refiere, hay unos cuantos casos reportados de trasplantes fecales (si, se transfiere caca de una persona a otra), en los cuales el donante de heces tenía sobrepeso u obesidad y una vez realizado el trasplante el sujeto que recibe esas heces acaba subiendo de peso sin haber cambiado su dieta ni plan de ejercicio.

Tipos de nutrientes

Existen tres macronutrientes: los carbohidratos, las proteínas y los lípidos (para más detalles podéis leer esta entrada: ¿Qué son los macronutrientes?). De los tres el único que no es esencial son los carbohidratos. Las proteínas y grasas que comemos se necesitan porque al día perdemos unos 50 billones de células que se van por las heces y que tenemos de recuperar. Los carbohidratos por el contrario no sirven para nada más que para dar energía. Por el contrario, las proteínas además de servir como bloques de construcción para nuestro organismo hacen que el cuerpo gaste energía para poder utilizarlos, aproximadamente un 30% de la energía que viene de las proteínas se gasta solo en romper esas proteínas para luego poder utilizarlas. Así que creer que una caloría de carbohidratos es igual a una caloría de grasas o proteínas es ridículo y el próximo punto os convencerá más aun de esto.

Hormonas

Quizás uno de los puntos más importante que rebate la teoría de las calorías son las hormonas. Estas entradas las estoy haciendo porque mucha gente quería saber cómo bajar de peso. Y con lo de las hormonas os adelanto que el problema no son las calorías consumidas, ni la cantidad de comida que comemos, ni la cantidad de ejercicio que hacemos, subir o bajar de peso depende de las hormonas, podéis leer más acerca de esto en la entrada ¿Qué nos hace realmente engordar?. Los ejemplos más fáciles que os puedo dar son la leptina y la insulina. La leptina regula el hambre que tenemos y la insulina cuando guardamos grasa. En esta imagen podemos ver a un niño que tenía una deficiencia de leptina. Se le arregló el problema hormonal y en 3 años bajo 11 kilos sin ninguna dieta. La insulina que es la hormona de guardar grasa se secreta cada vez que comemos, pero cada macronutriente la hace elevar de manera diferente. La respuesta de la insulina a los carbohidratos es la más alta (ejemplos de carbohidratos son: pan, patata/papa, pasta, arroz, pasteles, azúcar, etc.), luego vienen las proteínas y finalmente las grasas que tienen una respuesta prácticamente nula. Peor que los carbohidratos, es la mezcla de grasas y carbohidratos y si son procesados más aun, las patatas fritas serían un gran ejemplo de algo que haría elevar muchísimo la insulina.

Respuesta del cuerpo ante el ejercicio y la reducción de "calorías" ingeridas

Vamos a utilizar una de las ideas del Dr. Jason Fung autor del libro el código de la obesidad (que recomiendo muchísimo) entre otros. Si tenéis un sueldo de 1000 € y mañana os echan y en vuestro siguiente trabajo solo os pagan 500 €, ¿vais a seguir gastando lo mismo que cuando cobrabais 1000 €? Evidentemente que no, empezaríamos a dejar de ir a cenar y no nos compraríamos ese móvil nuevo que acaba de salir. Pues lo mismo hace el cuerpo cuando le damos de comer menos y cuando hacemos más ejercicio. El cuerpo piensa que se acerca una época difícil y dice: “¡hay que ralentizar el sistema, voy a bajar el metabolismo!” y todas aquellas funciones que hacía para mantenernos en perfectas condiciones como generar calor, hacer crecer el pelo, las uñas, la fertilidad todo eso pasa a segundo plano y lo importante es sobrevivir.

Si reducís lo que coméis lo único que vais a hacer será disminuir vuestro metabolismo, bajareis de peso al principio, pero para continuar bajando y no volver a ganarlo cada vez tendréis que comer menos y menos. A nadie le gusta pasar hambre así que en algún momento diréis: “¡a la mierda la dieta!”, volveréis a comer como antes, pero vais a ganar más peso que antes, porque recordad que habéis ralentizado el metabolismo y, por lo tanto, lo que comais después de la dieta os hará engordar más que antes.

Conclusión

En conclusión, no volváis a pensar en calorías nunca más en vuestras vidas, es algo que os va a costar muchísimo, a día de hoy se me sigue escapando la palabra cuando hablo sobre el tema, a pesar de que es un concepto en el que no creo. Realmente, es una idea que cuesta mucho quitársela de encima porque nos la han vendido desde hace mucho tiempo, solo hay que mirar cualquier producto alimenticio para ver que en todos ellos figuran las calorías. El cuerpo no sabe de números, no tiene un contador de calorías y no es un objeto inanimado, es un ser vivo con reacciones bioquímicas complejas que dependiendo de muchos factores cambia para mantener el equilibrio y en última instancia mantenernos vivos a toda costa. La próxima vez que penséis en bajar las calorías para bajar de peso, mejor pensar en comer menos carbohidratos.

Como siempre espero que os haya parecido interesante, que estéis bien, ¡bye!

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